Como alguien que no es fan del terror, no estuve muy tentado a ver la cinta del género más exitosa del año; aunque admito que siempre tuve curiosidad de verla. Es así que esperé a poder verla en casa y darme cuenta del por qué de su éxito, de sus criticas positivas y de por qué ya se planea una secuela.
He de reconocer el trabajo del director de convertirse en uno de los exponentes del género más aclamados de la actualidad, así que creo que era una de esas cintas que tenía que ver.
Con la premisa de ser basada en una historia real, nos adentramos a uno de los casos de la pareja de expertos en hechos sobrenaturales; los Warren. La investigación de un suceso en una casa habitada por una adorable familia de siete que empieza a notar hechos nada comunes que empiezan a sembrar el terror en ellos.
El ambiente en el que se maneja la cinta ayuda a que la historia no tenga los típicos clichés del cine de terror, no se centra en adolescentes, no hay excesos ni muertes. De hecho vemos escenas impresionantes y uno que otro susto sin escenas grotescas o sangrientas. Todo es acompañado de un trabajo de arte que nos lleva a la década de los setenta, actuaciones naturales y un tema musical que nos tiene en suspenso durante dos horas.
Otro factor a tomar en cuenta es la visión de la iglesia en esta cinta. Un detalle importante es la creencia de los personajes principales, y cómo su fe es la que les da fuerza para llevar a cabo su trabajo; al igual la forma en la que se adentra en su historia sin contarnos todos los detalles para echar a volar un poco la imaginación del público.
No hay finales abiertos, sucesos inesperados que nos dejen en suspenso; sólo una historia decente que atrapa al público seguidor del género, que no juega con su inteligencia y que deja con la satisfacción de ver una batalla entre el bien y el mal.
7
The Conjuring
Dirigida por James Wan (Insidious) y protagonizada por Patrick Wilson, Vera Farmiga, Ron Livingston y Lili Taylor.
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